01 octubre 2011

Crítica antojadiza y flaite al manifiesto de historiadores de chile: Revolución anti-neoliberal social/estudiantil en Chile

POR NIÑO HUACHO DE CURICÓ


Recientemente se ha publicado en los medios el manifiesto de historiadores de chile: Revolución anti-neoliberal social/estudiantil en Chile, el cual posee un análisis del actual movimiento estudiantil y sus alcances en la lucha social que se aproximaría a gestarse en este territorio. Este manifiesto fue firmado por los rockstars de la historia social chilena, vivieron la dictadura, algunos eran jóvenes para la reforma educacional de los 60’s, de ahí que entienda su nostalgia y su afán de querer ligar históricamente el actual movimiento con aquellas generaciones “Es el renacimiento, en la nueva generación, del sueño y voluntad de sus padres de fundar una sociedad basada en la democracia, la justicia social y los derechos humanos fundamentales, de los que la educación es uno de sus campos más fértiles”.

Sin embargo esto me ha parecido exagerado, de ahí que me proponga criticar este manifiesto, el cual en su análisis no me representa política ni históricamente, lo escribo en solitario ya que no quiero aunar mi opinión con la de los demás sino más bien compartirla, no creo en los pactos sociales ni menos en la recuperación de una política para la ciudadanía, ellos son los rockstars y de antemano deberían saber de donde proviene el concepto de ciudadano, su afán normativizador y patriarcal de la edad antigua, el ciudadano era aquel que poseía participación en la vida pública, el padre, poder opinar en público, mientras las mujeres eran relegadas a un nivel accesorio de la llamada ciudadanía, hoy en día este concepto ha servido para amortiguar-criminalizar la lucha social de los que verdaderamente tenemos memoria y sabemos a lo que nos enfrentamos, en definitiva, los que entendemos al Estado cómo la génesis, el medio y el fin de toda opresión-represión hacia nuestra libertad, y no aquellos que a instancias de la radicalidad reculan hacia atrás transando con el estado y sus lógicas cómo lo hace actualmente la Confech, y los que proponen asambleas constituyentes, votaciones, etc. En suma, un aprovechamiento político de las viejas generaciones izquierdosas reformistas que ven en el estado la estructura de poder a conquistar. Mis padres no participaron políticamente en los 60’s 70’s u 80’s, de hecho no sé si tenían conciencia social, tampoco conocí a mi padre, de eso sabe bien Gabriel Salazar en su “Ser niño huacho en la historia de chile”, pues de esos soy, pero no del siglo XIX, sino que en pleno siglo XX, tal cómo apuntara el intendente UDI de la región del Biobío Victor Lobos recientemente, queriendo explicar medievalmente el odio juvenil en las protestas callejeras. Tampoco quiero retomar la hebra rota por la dictadura, no creo en la educación pública, cómo muchos que conozco, sabemos que la educación recae en manos del estado para asistir al obrero de inicios del siglo XX y acabar con su poder de autoorganización y autoeducación, con esas generaciones me identifico más, cuando el estado no tenía su actual poder, poder nutrido tanto por comunistas como por fascistas, donde el ciudadano no existía como creatura facilitada desde el poder, cuando habían sociedades de resistencia y no un sindicalismo mediocre a cargo de dirigentes pagados y alianzados con partidos políticos de intereses propios, es así pues que la educación pública nace, es y será para interferir con los intereses del pueblo, alienarlo, amoldarlo, cuantificarlo, cualificarlo, estructurarlo, normativizarlo, controlarlo y matarlo, sí, matarlo, porque el estado que te educa también te matará si te alzas, sea gobierno de izquierda o derecha, y de paso recuerdo con esto a los compañeros de la VOP, aquellos que la historia social no nombra hoy o si los nombra, los recuerdan como locos pistoleros o parte de un complot armado por la CIA para desequilibrar al gobierno de Allende, pues no, aquí los recuerdo, como poblador, como pato malo, punga o flaite, da igual, pero nunca ciudadanos de este orden ni cualquiera que sea impuesto a manos de un estado, la VOP eran expopiadores, vindicadores del asesino Pérez Zujovic, aquel ministro de Frei Montalva que asesinó a flaites pobladores de pampa Irigoyen y que Allende avaló o fácilmente olvidó. Por lo tanto reconozco la fuerza callejera que están teniendo las nuevas generaciones, nos estamos reencontrando en las calles con viejas generaciones, pero que de ninguna manera desean replicar un fetiche histórico, no veo que se defiendan los conceptos de ciudadanía ni de paz, no repetimos dichos conceptos haciéndoles el juego a los mass medias y al gobierno, luchadores y punto, con todas las formas, pero en lucha siempre. Quizás en los círculos que ustedes se mueven se esté hablando de ello, en la calle, en la noche, tras una polera, NO.

Lo importante de este manifiesto radica en el notorio despertar del frustrado proyecto estatal allendista, no me refiero a la construcción de poder popular, este último se está retomando en las calles y en las poblaciones, allí nos vemos las caras y discutimos al calor de, no desde un cómodo escritorio y sobre la autoridad de una disciplina que por lo visto cae en las prácticas tan criticadas de los historiadores conservadores, pavimentando el proyecto político de su preferencia por encima de la voz aún no manifestada del pueblo en su conjunto, proyectando, visualizando, adivinando, cayendo en un idealismo lógico que desconoce aquello que se escapa a nuestras conciencias, lo que está más allá de nuestros análisis, en suma, lo caótico e inverosímil de la historia.

Lo que estos historiadores denominan…Lo que está en juego y que hoy se encarna en este movimiento, es el “proyecto y pacto social educativo republicano/democrático” chileno, como principio ético-político de igualdad social”. No nos interesa para nada, como dijeron por ahí, no seremos responsables de sus pactos ni sus migajas, seguiremos luchando por el todo, la libertad, todo pacto aniquila la libertad de alguien, las repúblicas (cosa pública) evocan en la existencia del estado y preferimos la aniquilación del estado como puntapié inicial para la vida en dignidad, la democracia significa la decisión de la mayoría por encima de las minorías, cosa que no es sinónimo de igualdad social, y chileno? Porfavor señores rockstars, no sean ridículos, Chile es un nombre de sangre, chile es de ellos, de los constructores de este estado asesino, no defendemos la libertad de un proyecto chileno enfronterizado, porque tampoco soy peruano ni boliviano, somos pueblo señores, luchadores.

Por último me quiero referir al antojadizo uso del concepto anarquía para denominar al desorden del capitalismo pre-gobierno allendista, donde supuestamente se le puso atajo, ustedes son historiadores sociales, politizados o no? ¿Cómo es posible que utilicen este concepto que reviste una basta historia de lucha y organización para denominar desorden y más aún capitalista? ¿Qué pasó señor Grez? ¿Se le olvidaron sus estudios sobre la construcción del movimiento obrero en chile y el marcado protagonismo del anarquismo como postura política y social de acción emancipadora? Sí alguna vez por estos lados del territorio se organizó un congreso de historia social llamado “Jornadas por el Bicentenario: Construcción histórica de la mentira tricolor” y usted fue invitado, fue justamente por estos reconocimientos de la ocultada historia del anarquismo tanto por historiadores de Izquierda como por conservadores, congreso que el señor Salazar no asistió por compromisos con la lucrativa empresa educacional Universidad Bolivariana, a sabiendas que era una actividad autogestionada y realizada en una facultad en toma y movilizada, movilizaciones que ahora ustedes visualizan porque es la oportunidad coyuntural ¿o no? Ahora me queda claro que se alinean en sus trincheras y opinan realmente de lo que desean, un gobierno de izquierda y la permanencia del estado como estructura de poder, lo de antes sólo fue un apego a la labor histórica e investigativa, bueno, de lo que viven no, pues bien, si poseen rigurosidad histórica no ensucien el concepto de anarquía bajo sus anhelos de análisis, es triste y decepcionante, por decir lo menos. Aunque también nos queda claro ya quienes son, lo sospechábamos, pero ya queda claro.

“La anarquía es la máxima expresión del orden”
Elisee Reclus
 
Escrito por Niño Huacho de Curicó

Concepción, septiembre del 2011

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Manifiesto Historiadores: Revolución anti-neoliberal social/estudiantil en Chile  

Las calles, plazas y puentes de todas las ciudades a lo largo de Chile se han transformado en las arterias donde fluyen y circulan miles de estudiantes y ciudadanos,entonando y gritando las demandas por cambios estructurales en la educación los que, a su vez, exigen cambios sustanciales en el paradigma económico, en el carácter y rol del Estado y en su conjunto, en el pacto social constitucional del país. Desde hace meses las movilizaciones no han cesado, recuperándose y adaptándose algunas consignas de antaño, cantándose nuevas que apuntan críticamente al corazón del modelo social y económico financiero neoliberal actual: el mercado, el crédito, el endeudamiento, el lucro, la inequidad social y educativa.

Y si bien inicialmente parecía que se hubieran abierto, al fin, las Alamedas, marcando la llegada de la hora histórica anunciada por el discurso final de Allende, el desarrollo de los acontecimientos con el recrudecimiento de la represión policial, las amenazas y amedrentamiento a los/as dirigentes estudiantiles por parte de adherentes oficialistas y la actuación provocativa de policías encapuchados infiltrados de civil, nos recuerdan que estamos en un régimen político dirigido por la derecha chilena, heredera de las prácticas de la dictadura militar y verdadera fundadora del régimen neo-liberal que busca resguardar. Y mientras los jóvenes copan el cuerpo de Chile y la represión enfurece, suenan los cacerolazos del apoyo ciudadano, recordando el tiempo de las protestas.

Si no ha llegado aún el tiempo de las alamedas, ha brotado con fuerza la voluntad de poder de la nueva generación para presionar sobre ellas hasta lograr su verdadera Apertura histórica.

Los que realizamos el oficio de historiar nos preguntamos acerca del carácter de este movimiento y del significado de su irrupción histórica. ¿Se trata de una fase más del movimiento estudiantil post-dictadura? ¿Corresponden sus demandas a reivindicaciones básicamente sectoriales? ¿Cuál es la forma de hacer política de este movimiento? ¿Qué relación tiene este movimiento con la historia de Chile y su fractura provocada por el golpe armado de 1973? ¿Cómo se articula este movimiento con el camino y orientación de la historicidad secular de Chile? ¿Qué memoria social y política ciudadana ha activado la irrupción callejera y discursiva estudiantil?

Si bien es arriesgado responder a estas preguntas cuando se trata de un movimiento en marcha, los que aquí firmamos lo hacemos como una necesidad de aportar desde la trinchera de nuestro oficio, con la plena convicción de que estamos ante un acontecimiento nacional que exige nuestro pronunciamiento, sumándonos a tantos otros que se han realizado y se realizan cotidianamente desde distintos frentes institucionales, gremiales y civiles.

1. Consideramos, en primer lugar, que estamos ante un movimiento de carácter revolucionario anti-neoliberal. Las demandas del movimiento estudiantil emergen desde la situación específica de la estructura educativa del país, basada en el principio de la desigualdad social; una transformación a esta estructura –como bien lo dicen los gritos callejeros- exige un cambio sistémico en el modelo neo-liberal, que hace del principio de desigualdad (fundado en la mercantilización de todos los factores y en la consiguiente capacidad de compra de cada cual) la clave ordenadora de las relaciones sociales y del pacto social. Correspondiente con este principio de ordenamiento, la figura política del Estado neo-liberal se perfila como un aparato mediador, neutralizador y garante, a través de sus propias políticas sociales, de dicho principio des-igualitario; estructura económico-política sustentada en la escritura de una carta constitucional legitimadora de dicho principio.


No es de extrañar, así, que el movimiento estudiantil actual encuentre un tan amplio respaldo ciudadano: en la categoría dicotómica de “deudores” respecto de un grupo legalmente abusivo y corrupto de “acreedores”, se encuentra la mayoría de los chilenos que grita y cacerolea su apoyo a los estudiantes: porque los estudiantes no son solo “estudiantes” sino que son ellos mismos en tanto deudores. Porque no sólo los estudiantes viven en el principio de la desigualdad, sino la mayoría social chilena actual lo sufre en carne propia. Lo social particular y lo social general se auto-pertenecen y se auto-identifican mutuamente en una unidad que se construye y se concientiza sobre la marcha.

Así, el movimiento estudiantil, aparentemente sectorial, constituye un “movimiento social” que, al tocar el nervio estructurante del sistema, irradia e identifica a la sociedad civil ampliada, reproduciendo socialmente la fuerza de manifestación de su poder, descongelando el miedo y aglutinando los discursos y las prácticas fragmentadas.

Es decir, el movimiento estudiantil actual tiene un carácter radical en cuanto busca revertir el principio neoliberal de la desigualdad que construye la sociedad actual, por el principio de la igualdad social (basado en un sistema de “derechos sociales ciudadanos”), promesa irrenunciable de la modernidad, a pesar de cualquier post/modernidad; principio que, desde la esfera educativa chilena, se propaga como fragancia de nueva primavera a todas las esferas de la sociedad.

2. Este movimiento ha comenzado a recuperar lo político para la sociedad civil, poniendo en cuestionamiento la lógica de la política intramuros, y con ello el modelo de seudo-democracia y legalidad que no ha cortado el cordón umbilical con la dictadura.

Se trata de una política deliberativa en el más amplio sentido de la palabra, que trasciende los esquemas partidarios (a pesar de las militancias personales de algunos dirigentes). El movimiento muestra cómo, a través de la orgánica de las bases movilizadas, con el apoyo de las redes comunicacionales (“política en red”), se ejerce el poder de las masas en el escenario público, presionando por la transformación de las estructuras. Este hecho está replanteando los fundamentos del cambio social histórico, cuestionando las modalidades verticalistas y representativas, propias de la premisa moderna, propiciando activamente formas de democracia directa y descentralizada.

Por otra parte, respecto de la relación del movimiento con el sistema político y el gobierno actualmente imperante, este movimiento corresponde a un nuevo momento de su trayectoria histórica posdictadura, en el cual la vinculación con la institucionalidad se realiza básicamente desde la calle, no habiendo entrado a la negociación institucional dada al interior de los recintos gubernamentales. Desde esta perspectiva, lo nuevo de este movimiento es la “política abierta” o “política en la calle” que, al mismo tiempo que permite mantener el control del territorio propio de la sociedad civil, difunde y transparenta su discurso, su texto y sus prácticas a plena intemperie, ante toda la ciudadanía. La política clásica de los gobiernos concertacionistas de “invitación al diálogo” se ha vuelto una trampa ineficaz, manteniendo el movimiento social actual la fuerza de sus propias prácticas de poder.

Así, las movilizaciones estudiantiles y sociales que hoy se desarrollan a partir de las demandas por la educación, no sólo ciudadanizan lo educativo y lo sitúan como base fundamental del proyecto de sociedad, sino que dan cuenta de la crisis del sistema político, cuestionando y transgrediendo la “democracia de los acuerdos”, consagrada como principal herramienta para neutralizar y postergar las demandas sociales Esta nueva política encuentra su expresión manifiesta en un tipo de protesta social que rompe los marcos impuestos tanto por la cultura del terror de la dictadura, como la del “bien mayor” de la transición. A través de una incansable apropiación del espacio público y, en general, a través de prácticas corporales de no-violencia activa, el movimiento ha generado múltiples acciones culturales en un lenguaje rico, plástico, inclusivo y audaz que interpela el cerco de la represión policial y de los medios que criminalizan la protesta.

3. Si bien este movimiento corresponde a un momento nuevo de la política y de la historia social posdictadura, este sólo puede comprenderse desde la perspectiva más amplia de la historicidad siglo xx en Chile. En el curso de ésta, la equidad educacional junto a las limitaciones legales impuestas al capitalismo anárquico, habían alcanzado una maduración estructural en los años ‘60 y ‘70, siendo este proceso abortado con el golpe del ’73 en su fase de plena consolidación. El movimiento social estudiantil actual es expresión de la voluntad y del acto de recuperación de esa hebra rota de nuestra historicidad. Es la irrupción del brote de la semilla que fue pisada y soterrada por la bota dictatorial y el neoliberalismo. Es el renacimiento, en la nueva generación, del sueño y voluntad de sus padres de fundar una sociedad basada en la democracia, la justicia social y los derechos humanos fundamentales, de los que la educación es uno de sus campos más fértiles.

En efecto, el pacto social educativo alcanzado en los ’60 y ’70 fue el fruto de una larga lucha dada por muchas generaciones desde mediados del s. xix. Proceso y lucha que consistió básicamente en la voluntad política progresiva de arrancar los niños proletarizados en el mercado laboral, para escolarizarlos, como una vía hacia una sociedad más equitativa y como un camino de emancipación social y cultural.

Este trayecto histórico, que involucró a toda la sociedad, alcanzó a producir semillas que fructificaron en las décadas del ’60 y ’70 cuando el Estado y la sociedad civil hicieron del pacto social educativo uno de sus más caros proyectos de construcción de nueva sociedad democrática. Es ese proceso el que hoy irrumpe nuevamente en el discurso y en la práctica del movimiento estudiantil. Se trata de una generación que no acepta volver a ser objeto de mercado al que deban proletarizarse sin mas, ya por la vía del endeudamiento o de una educación de mala calidad. Lo que está en juego y que hoy se encarna en este movimiento, es el “proyecto y pacto social educativo republicano/democrático” chileno, como principio ético-político de igualdad social.

Aquí radica la densidad histórica de este movimiento, produciendo, a su paso, una irrupción de memoria histórica en el seno de la ciudadanía: la memoria de los padres y abuelos que marchan y cacerolean su apoyo a la nueva generación que está recogiendo y tejiendo a su modo la hebra de nuestra historicidad.

Así, en su triple carácter dado por su alcance revolucionario anti-neoliberal, por la recuperación de la política para la sociedad civil y por su conexión con la historicidad profunda del movimiento popular de Chile contemporáneo, el actual movimiento ciudadano que los estudiantes de nuestro país aparecen encabezando con fuerza, decisión y clara vocación de poder, recoge y reinstala las dimensiones más consistentes que la frustrada transición chilena a la democracia sacrificó.

* * *
A través de estas breves reflexiones este grupo de historiadores/as chilenas, con el apoyo de mucho/as, saludamos al movimiento estudiantil y adherimos a las reivindicaciones estructurales que ellos han instalado sobre la política chilena. Saludamos y nos sumamos a las demandas de Asamblea Constituyente.

Al mismo tiempo, invitamos a no ver a este movimiento actuando en la sola coyuntura de este gobierno de derecha, sino a tomar conciencia de que este es un momento de un proceso histórico ya en marcha, cuyo principal fruto sin duda será dejar instalada definitivamente la demanda de las reformas estructurales al neoliberalismo, como irrenunciable voluntad de poder de la ciudadanía y como agenda indispensable de los proyectos políticos inmediatos y porvenir.
Agosto del 2011

Comité Iniciativa:

Karen Alfaro Monsalve
Fabián Almonacid Zapata
Pablo Artaza Barrios
Mario Garcés Durán
Sergio Grez Toso
M. Angélica Illanes Oliva
Alexis Meza Sánchez
Ricardo Molina Verdejo
Julio Pinto Vallejos
Gabriel Salazar Vergara
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate
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VICTIMAS, VICTIMOLOGIA Y ANARQUISMO

POR RODOLFO MONTES DE OCA

La victimólogia, es una rama de la criminología que se encarga de estudiar las victimas del delito en sus aspectos, biológicos, psicológicos, morales, culturales y sociales, con el fin de precisar su rol dentro de la acción delictual. Esta disciplina tiene por objeto el estudio de la persona agredida para determinar su relación con el delincuente y el papel que desempeño en el génesis del delito. Elías Neuman diría que, “la victimólogia es una suerte de criminología, pero al revés”.


El criminólogo Mendelsohn en su afán de amarañar más sus teorías, clasifico a las victimas de manera cualitativa según su grado de participación en el delito y distinguió 5 tipologias que son; la victima inocente, aquella que nada hizo para desencadenar la acción. La victima provocadora, que es la que con su provocación incita al delito. La victima voluntaria; aquella que colabora con el victimario. La victima agresora; que es la que simula una agresión de la que no fue objeto y por ultimo la victima por ignorancia, que es la que en forma irreflexiva provoca su propia victimización facilitando la actuación de su agresor, en esta ultima encaja a la perfección el anarquista.Y encaja a la perfección porque nosotros mismos provocamos que se nos persiga. Desgraciadamente es así, muchas veces nuestras acciones son las herramientas necesarias para que el estado nos reprima. Pretender que no lo haga es una estupidez, porque seria ir contra la naturaleza coactiva del contrato social del cual fuimos relegados. Es obvio que no somos seres gratos para él, ni jamás lo seremos, representamos su antitesis, Cristian Ferrer diría que seria inconcebible el concepto de estado sin sus antónimos, es decir, nosotros. Por consiguiente no existe tal situación como la “criminalizacion” de los anarquistas, de manera espontánea, sino que por lo general es buscada, esto se acentúa mas con el hecho de que el estado aplica sus teorías lombrosianas con nosotros, es decir que no se nos juzga por los hechos sino por lo que representamos, creando de esta manera una victimizacion endógena. Inherente al rol social y lo que representamos en la sociedad. Tampoco se nos pueden aniquilar porque la práctica de un siglo de combate les ha demostrado que por cada anarquista muerto, nacen dos en su nombre. Sin embargo nos pueden controlar y mantenernos alienados en nuestras propias dinámicas que es lo que han venido aplicando.

Entonces llegamos a la terrible disyuntiva del celebre ¿Qué hacer? Si actuamos seremos criminalizados y evitarlos es imposible. La única forma de romper la encrucijada no es la pasividad sino la creación de una red global de asistencia legal, económica y teórica que brinde al compañero la garantía de poder resistir detrás de los muros. La compañera Amanda Cerezo fue profeta en esto, al decir que “si no quieres problemas métete a boyscout y no anarquista” los problemas nos persiguen y nos seguirán persiguiendo, eso grávenselo. Pero lo que si debemos dejar a un lado es la actitud victimizante que siempre asumimos, es hora de que el movimiento anarquista deje de ser un movimiento de resistencia, que solo aguanta golpes para ser un movimiento de oposición y sobre todo de alternativa, y en eso todos debemos poner nuestro granito de arena. 
Escrito por Rodolfo Montes de Oca
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Anarquismo y Actos Administrativos

POR RODOLFO MONTES DE OCA
Las cárceles como una de las estructuras del Complejo Penal Industrial, también llamado Sociedad Carcelaria, es su capacidad para poder reproducir sus alienantes lógicas afuera de los muros e incluso extrapolarlo hasta el movimiento anarquista.

Es por ello que si se desea tener una predica abolicionista tendiente a concretar nuestro proyecto, se debe empezar ha indagar y concretar prácticas que generen una nueva antropología libertaria que desmoronen no solo las estructura de dominación, sino cualquier prisión.

Esto representa una titánica labor que debemos emprender, sin embargo aquí dejo un ejemplo clásico, que es el de la mítica subversión anarquista con ocupación de algún territorio determinado[1]. Tomo las palabras de un informe levantado por José Peirats para la CNT, sobre el clásico procedimiento:

Toma insurreccional del Ayuntamiento, sin victimas.
Sitio del cuartel de la Guardia Civil, que se rinde o huye.
Establecimiento del comunismo libertario: “Se iza la bandera rojinegro. Los archivos de propiedad son quemados en la plaza pública, ante los grupos de curiosos. Se hace publico un bando o pregón declarando suprimidas la moneda, la propiedad privada y la explotación del hombre por el hombre”[2]

Pido especial atención al tercer punto que se refiere al “bando o pregón” que se puede entender como una declaración unilateral de los alzados sobre el territorio disputado. Este hecho común en muchos alzamientos, no tiene nada que envidiarle a lo que en las ciencias jurídicas se conoce como un acto administrativo.

Las definiciones de acto administrativo varían según dónde se ponga el énfasis, ya sea en el órgano que lo dicta, en el contenido del mismo, o en su forma. Obviando las disputas se puede entender al acto administrativo como "toda declaración unilateral de voluntad realizada en el ejercicio de la función administrativa que produce efectos jurídicos individuales de forma inmediata"[3], por su parte el jurista Manuel Ossorio lo define como: “las decisiones general o especial que, en ejercicio de sus funciones, toma la autoridad administrativa, y que afecta a derechos, deberes e intereses particulares o de entidades publicas”[4], es decir el acto administrativo es un declaración unilateral emanado de algún poder central que busca generar efectos las personas que están bajo su potestad argumentado por el Ius Imperium[5] del que goza un grupo de personas.

Es por ello que la clásica concepción de la lucha revolucionario experimentado por el movimiento revolucionario anarquista en el siglo XX y que se adecua mas que todo al modelo “Etapista”[6] conlleva en su seno un sentimiento autoritario excusado bajo el pretexto de una Revolución Social. Reproduciendo de manera inconsciente el derecho que a su vez reconstruye nefastas instituciones como la penitenciaria, que es el brazo punitivo fuerte de la jurídica familia romanista[7] que nos oprime.

Esta situación suele repetirse en varios procesos del cual participaron muchos de los “santos” del anarquismo como por ejemplo: la insurrección de Bologna en 1874, Baja California 1914, la Zona Libre de Ucrania 1919, Asturias 1934 y la Península Ibérica hasta mayo de 1937, solamente para mencionar los más celebres.

Inclusive vale especial referencia la denominada “justicia del pueblo” que tuvo algunos replicantes en la Comuna de Oaxaca, con imágenes sobre linchamientos que le dieron la vuelta al mundo. Pero este será un tópico que tocaremos en un próximo número de esta publicación.

Por ello es que es necesario recalcar que en el proceso de nuestra liberación, debemos tener especial cuidado en la praxis que usemos para nuestra emancipación individual y colectiva que no reproduzca situaciones de hecho que reconstituyan el Complejo Penal Industrial, sin que esto implique abandonar el placer armado ni la pasión por la destrucción. Por lo cual ahora más que nunca es necesario transformar los paradigmas insurreccionales para avanzar en la confrontación del orden establecido.


Escrito por Rodolfo Montes de Oca
(Texto aparecido en Destruye las prisiones No. 2)
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[1] Entiéndase por ello Municipio, Caserío, Cantón o Pueblo.

[2] Frank Mintz. Autogestión y Anarconsicalismo en la España revolucionaría. Colección Utopia Libertaria. Buenos Aires. Argentina. Pág. 126.
[3] Agustín Gordillo. El Acto Administrativo. Tomo III. Tratado de Acto Administrativo. 1ª edición Venezolana, Caracas, FUNEDA, Fundación de Estudios de Derecho Administrativo. 2001.
[4] Manuel Ossorio. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Editorial Heliasta.
[5] Expresión latina que se refiere alude “al poder dar ordenes”
[6] Es la tendencia del anarquismo que busca llevar adelante las transformaciones sociales de manera paulatina a través de etapas de preparación y superación, es la visión clásica de la idea, defendida entre otros por Kropotkin. Contraria a las propuestas “rupturistas” más cercana al pensamiento de Bakunin y la informalidad.
[7] Para el estudio comparado del Derecho, los académicos han decidió dividir los diferentes modelos, en familias y círculos para un mejor estudio y compresión de los mismos, quedando nuestros ordenamientos jurídicos burgueses en el campo del Civil Law con especial acento en la Familia Romanista del Derecho.
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Contra el derecho penal. Primer paso para desestructurar el concepto de prisión.

POR RODOLFO MONTES DE OCA


La ley penal no es inherente a las sociedades. Es producto de determinadas personas que se ven en la necesidad de prohibir ciertas conductas que son consideradas peligrosas para el “establishment”. Es decir, El derecho penal, es el componente legal del Complejo Industrial Penal, que busca dar ciertas formalidades y sirve de excusa para apartar del seno de la sociedad cualquier comportamiento que consideren desviado, en vísperas de instaurar un orden uniforme del cual se benefician unos pocos.

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Afilando las Ideas contra la Prisión

POR MAURICIO MORALES DUARTE
“Transformemos nuestra pena en rabia y nuestra rabia en pólvora”.
El Mauri
¿Qué es la prisión?

La prisión es la herramienta que tiene e l sistema para volver a poner en línea al sujeto que ha transgredido la ley, lamentablemente, o no se si lamentable, pero el eje fundamental de volver a tenerlo en línea implica en entender la sociedad como una cuestión perfecta, ya tenemos a la vez tantas personas, tantos preso, tanto sujeto encarcelado que nos damos cuenta que el sistema es imperfecto, de que en presencia ese concepto nunca estuvo, ¿Por qué? Porque se basa en la desigualdad. Al estar basada la desigualdad en un principio de autoridad verticalista, inducida las fuerza, por ejemplo por la escuela, por los sistemas de enseñanza de cualquier tipo, por la religión o por cualquier forma dogmatica de entender al mundo, hay un interés de por medio, de seguir manteniendo el Status quo.

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Lo que está en juego en el "caso bombas"

POR UN ABOGADO ILEGALISTA
¿La historia se repite?

Alguien decía que los acontecimientos de la historia se repiten. Otro agregaba que la primera vez como tragedia, y la segunda como comedia. Lo cierto es que el otorgarle a ciertos acontecimientos un carácter “tragicómico” suele ser el mecanismo de defensa que encontramos para hacer frente a ciertos aspectos de la realidad, un refugio gracias al cual uno logra reír para no llorar. Lo cierto es también que el funcionamiento concreto del sistema penal del Estado capitalista siempre ha tenido ribetes tragicómicos: “tragedias” como el incendio de la cárcel de San Miguel (81 muertos) o de Puerto Montt en el 2007 (donde los muertos fueron 10 adolescentes), conviven junto con rituales judiciales en que se mezclan extrañamente aire de seriedad con humor leguleyo, mentiras solapadas y/o reprensiones al estilo profesoral, que vistas de cerca dan risa. La justicia burguesa funciona día a día como una mezcla de sala de clases con aplicación más o menos discreta de castigos, en una desfile interminable de gendarmes, funcionarios de tribunal, imputados, fiscales, acusados, defensores, presos, periodistas, detenidos, público en general, etc.

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La supuesta libertad de los presxs como trampa del sistema

POR RABIA Y ACCIÓN

Libertad a lxs presxs, es aquella consigna que se ha podido oír, leer y ver en diferentes sitios, pero lo que no se ha hecho es escucharla, analizarla y vislumbrarla. Desde hace ya desmesurado tiempo, esta consigna ha sido bandera de todxs aquellxs que han perdido a un ser querido, a un afín o a un desconocido (para lxs que llevan a la practica la solidaridad indiscriminada) y digoperdido, porque físicamente ya no esta con nosotrxs, pues se encuentra dentro de una celda. Lo que es cierto es que duele tener a nuestrxs compañerxs secuentradxs, amuchxs les causa indignación y odio el despreciable y putrefacto sistemacarcelario y es por eso que gritan a los cuatro vientos la libertad de lxs presxs, pero sin darse cuenta que estas palabras solo son un engaño mas del sistema.

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